Cómo tocar los cuencos

Técnicas de ejecución para cuencos de metal

 

Podemos percutir (golpear) o frotar (girar), con diferentes excitadores (baquetas, mazos, mallets, flumi), de diferentes materiales (madera, cuero, algodón, fieltro, goma, etc.) y para cada acción, excitador y material, o combinación de estos 3 aspectos, obtendremos un sonido diferente.

Cada instrumento incluye uno de estos exitadores, el preferido para cada cuenco, lo cual no excluye que podamos explorar las otras posibilidades.

Hay dos técnicas preferidas por quienes facilitamos experiencias con el sonido de los cuencos: el baño sonoro y el masaje sonoro. La particularidad del masaje sonoro es que se hace con cuencos que tienen un sonido vibroacústico. Ese sonido es de frecuencia grave y se puede propagar poniendo el cuenco en contacto directo con el cuerpo. Por eso se lo llama masaje, ya que la persona percibe el movimiento de sus músculos, líquidos, huesos y órganos gracias a la vibración.

El baño sonoro es otra técnica, complementaria, en la que el sonido se propaga alrededor del cuerpo sin el contacto directo con la fuente. Esta clasificación es válida en Occidente ya que en Oriente no siempre se hace esta distición.

No todos los cuencos graves son vibroacústicos. Este sonido depende de su forma, tamaño, método de fabricación, materiales y espesor de sus paredes.

El masaje sonoro puede tener diferentes efectos beneficiosos para la salud. Hoy diremos sólo que la primera reacción en general es la de sentir un inmediato bienestar, placer y relajación.

Aún así, no a todas las personas les genera la misma sensación por lo cual es muy importante ser cuidadoso e informarse antes de usarlos.

 

Los cuencos y el agua: